La adquisición de buenos hábitos y conseguir que tomen una dieta equilibrada es cuestión de tiempo, edad y mucha paciencia. Los niños desarrollan sus gustos a medida que van creciendo y su apetencia por determinadas comidas varia también. En general comen pocas cantidades y de forma irregular. Hay temporadas que tienen más apetito y otras en las que comen muy poco. Respetar estas fases en su desarrollo es fundamental. Es muy útil establecer una rutina diaria en cuanto a horarios y normas sencillas en la mesa. Los niños aprenden por imitación. Convertir la hora de la comida en un momento agradable y de convivencia familiar, animarle a probar una variedad amplia de alimentos en lugar de insistir en alguno en concreto, no alargar la comida más de 30 minutos y no utilizar los alimentos como premio o castigo.
Estas recomendaciones son generales, por lo que recomendamos que preguntes a tu enfermera especialista en Pediatría, de forma presencial, para que pueda hacer una valoración más específica.