Si sospechas que tu hijo se autolesiona, es importante abordar el tema con comprensión y empatía.
No hay una receta mágica para tratar a las personas que se autolesionan, pero son ingredientes imprescindibles la comprensión, el tacto, la calma, la paciencia y el respeto.
Algunos consejos básicos podrían ser:
1. Mantén la calma y busca un momento tranquilo para hablar con tu hijo.
2. Escúchale sin juzgar y pregúntale si se está autolesionando.
3. Ofrécele tu ayuda y tu apoyo. Ten en cuenta que unas palabras de apoyo si van acompañadas de un tono crítico o un gesto de desaprobación no servirán de nada.
4. Busca la ayuda de un profesional para que pueda recibir el tratamiento adecuado.
Estas recomendaciones son generales, por lo que recomendamos que preguntes a tu enfermera de Salud Mental, de forma presencial, para que pueda hacer una valoración más específica.